Este frijol rojo, raro y típico de Pulsano, ha sido galardonado con la marca De.Co. que certifica su origen local. En cultivo desde hace más de ciento cincuenta años, el frijol rojo es menos conocido que el "frijol de la Señora", pero igual de delicioso. Su cocción es más lenta, pero a cambio su sabor es más intenso. La coloración completamente roja se debe a la abundante presencia de licopeno, un carotenoide muy importante como antioxidante y protector de nuestro patrimonio genético. Al igual que el frijol blanco de la Señora, del cual podría derivar por una posible mutación, el reglamento de cultivo incluye una doble siembra: la primera al inicio de la primavera con cosecha a finales de julio, y una segunda siembra en agosto con cosecha final a mediados de octubre. Cada cultivador guarda celosamente sus fechas de siembra y sigue cada fase de maduración con ojo experto, listo para sembrar y cosechar según su experiencia y las condiciones climáticas. El origen y la necesidad de la doble siembra son inciertos: no hay estudios científicos que documenten variaciones bioquímicas favorables utilizando este método, solo testimonios que reportan una mayor suavidad en la cocción y en el sabor solo en los frijoles obtenidos en la segunda siembra. Probablemente, dado que la alimentación en el pasado se basaba principalmente en el consumo diario de legumbres, se llegaba al final del invierno con una pequeña cantidad de semillas disponibles y se procedía con la doble siembra para garantizar una cosecha suficiente para satisfacer las necesidades familiares durante todo el año.