Según lo establecido en el sexto capítulo de las antiguas reglas estatutarias, la organización de la Semana Santa en Pulsano corresponde a la Archicofradía del Purgatorio, fundada en el año 1687 bajo el título de la Virgen del Monte Carmelo. En la mañana del Domingo de Ramos, los cofrades, junto con el clero local y los miembros de la cofradía del Santísimo Sacramento, forman una larga procesión desde la piazza Marconi hasta la iglesia madre llevando una rama de olivo en recuerdo de la entrada de Jesús en Jerusalén, donde se procede a la lectura evangélica de la pasión de Cristo.
Desde la tarde del Jueves Santo hasta altas horas de la madrugada siguiente, parejas de cofrades (perduni en dialecto pulsanés), descalzos y con el rostro cubierto en señal de penitencia, avanzan en silencio meciéndose lentamente de izquierda a derecha (nazzicando en dialecto pulsanés) desde la sede de la cofradía hasta la iglesia madre para adorar a Jesús Eucaristía colocado en el altar de la reposición preparado en la capilla de la nave derecha. Los perduni llevan un escapulario negro con bordadas en azul las palabras "Decor Carmeli", un saco y un capuchón de tela blanca, una muceta de color crema con catorce botones, una medalla metálica con la efigie de la Virgen del Carmen y un sombrero marrón oscuro. Durante el peregrinaje, las parejas de perduni que se cruzan en la calle principal golpean la espalda con el cíngulo, se arrodillan y se saludan, esta acción de reverencia se llama “salā’m ῾alaik”, palabra árabe que significa paz y alabanza a Dios.
A las 17 horas del Viernes Santo, desde la capilla de la cofradía, parte una larga y lenta procesión que dura al menos dieciséis horas, compuesta por ocho estatuas de tamaño natural representando a Jesús en el huerto de Getsemaní, Jesús azotado en la columna, el Ecce Homo (popularmente llamado Cristo de la loggia), Jesús caído en el camino al Calvario, el Crucifijo, el Santo Sudario, Cristo muerto y la Virgen Dolorosa. Cada símbolo es sostenido por cofrades vestidos con elegantes trajes oscuros. Son llamados portadores de horquillas por el eje de madera que termina en un bieldo con el que se ayudan en su nazzicata y que sostienen entre las manos. La procesión es encabezada por un perdunu descalzo e incógnito llamado troccolante porque agitando un instrumento de madera con ganchos metálicos (troccola, precisamente) marca rítmicamente los tiempos de la procesión alternándose con las bandas que interpretan las conmovedoras marchas fúnebres. El troccolante es seguido por otros dos perduni que sostienen respectivamente el estandarte negro de la cofradía y una cruz con los símbolos de la Pasión mencionados en los Evangelios.
La estatua de Cristo muerto es escoltada por dos carabineros con el uniforme de gala y por cuatro hombres que llevan un manto oscuro seleccionados entre los ciudadanos que se han destacado especialmente a lo largo de los años por sus buenas obras hacia el prójimo. La Dolorosa, por su parte, es acompañada por algunas consorellas vestidas de luto con un velo negro en la cabeza y una vela encendida en la mano. En la primera noche, la procesión hace una parada en la iglesia madre: a la entrada de cada símbolo, los fieles escuchan el panegírico de un predicador. Es especialmente conmovedor y esperado el ingreso a la iglesia de las imágenes de Cristo muerto y de la Dolorosa porque las luces se apagan completamente y se interpretan respectivamente la música y el canto de “O quanto amore” y del “Stabat Mater”.
La asignación de las estatuas a los portadores se realiza a través de una oferta económica presentada en una reunión a puerta cerrada. El dinero recaudado suele destinarse a obras de caridad o a trabajos de restauración y mantenimiento que afectan a los edificios y objetos sagrados de la localidad.