Un pequeño lugar de culto visitado durante las tradicionales peregrinaciones cuaresmales, ubicado entre los campos de Pulsano. La capilla del Sagrado Crucifijo se encuentra al noroeste del pueblo, rodeada de olivares y viñedos que caracterizan el territorio en la confluencia entre los municipios de Pulsano, Leporano y Taranto. El edificio actual de nave única data de la primera mitad del siglo XIX, cuando el benefactor pulsanese Francesco Bisanti financió las obras de reestructuración de las dos capillas preexistentes de San Nicola y Santo Spirito, documentadas ya en los primeros años del siglo XVI.
Sobre el único altar de piedra se encuentra una estatua de madera que representa al Crucifijo en el modelo iconográfico de Cristo patiens (sufriente), sangrante, impactante por la delgadez de la caja torácica y del abdomen, además del tono blanco, a veces cianótico en los pómulos, los labios y los párpados. La obra, mencionada ya en 1510 por el obispo Giovanni Maria Puderico en su visita pastoral, da la sensación de estar cayendo bajo su propio peso, sostenida solo por los delgados brazos recorridos por tendones deshilachados por el esfuerzo antinatural. Los devotos dirigen cantos y oraciones a la escultura durante la liturgia del Vía Crucis, que se repite anualmente en las primeras horas de la tarde de los viernes de Cuaresma.
El mobiliario sagrado se completa con un maniquí vestido de tela que representa a la Dolorosa y un San Francisco de Paula de manufactura napolitana de finales del siglo XIX. El exterior consta de una sencilla fachada pintada con cal blanca, siguiendo la tradición apulia, con un pequeño campanario de vela y un huerto en la parte trasera donde se cultivan plantas aromáticas típicas de la zona.